Puesta en el mapa por los monjes cartujos pero olvidados hasta entrados los años 80, los vinos del Priorat han revitalizado esta comarca de la Costa Dorada, cuyo paisaje agrícola aspira a ser declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Sus bodegas y rutas serranas, entre pueblos brillantemente conservados, son ya un secreto gritado a voces. La agitada historia de estas tierras se entremezcla con un marcado carácter rural, en el que los agricultores han aprovechado cada espacio de terreno cultivable en estas tierras escarpadas. Tiene una geografía abrupta, de pendientes muy pronunciadas y paisajes espectaculares. Tanto es así que los viticultores han de construir terrazas para cultivar los viñedos. A media hora escasa de poblaciones turísticas de la Costa Dorada como Salou o Cambrils, resulta poco menos que curioso que el Priorat haya conservado con semejante autenticidad su atmósfera rural, lo agreste de sus sierras y la arquitectura de sus pueblos.
El Priorat es una de las zonas vinícolas más prestigiosas a nivel internacional. La DOQ Priorat y la DO Montsant son destacados referentes de la escena del vino en Cataluña y Europa. En estas denominaciónes predomina el vino tinto elaborado con uva cariñena, que es la clave de sus vinos actuales. Se usa también garnacha tinta y peluda. En menor medida se usan las uvas cabernet sauvignon, merlot y syrah.
El Mediterráneo aquí se expresa con gran belleza en el Parque Natural de Monstant o en Siurana, confluencia de culturas milenarias; árabes, judíos y cristianos poblaron esta tierra.
No puedes dejar de hacer una ruta por el Priorat y probar sus vinos más prestigiosos, con el gusto singular que les da la tierra de ‘’llicorella’’, una piedra de pizarra, gris y áspera.