Después de las vacaciones de verano, es hora de ponerse en marcha con los planes que tenemos en mente para mejorar nuestra vida. El relax, la fiesta y el disfrute del tiempo libre no ayudan a planificar pasos tan importantes como cambiar de vivienda. Por eso, septiembre y octubre son por lo general, meses perfectos para comprar una vivienda.
Y lo es no sólo porque el final de la época estival es un buen tiempo para empezar a buscar vivienda, sino también porque se dan unas condiciones en el mercado inmobiliario perfectas para la inversión. Las transacciones inmobiliarias sufren una parada importante en julio y agosto. Pero el sector experimenta una reactivación interesante a partir de mediados de septiembre. Primero, porque en la estación veraniega imperan los alquileres vacacionales. Tanto los propietarios como los que buscan vivienda esperan siempre a que finalice el verano para salir al mercado.
A partir de mediados de septiembre se pueden encontrar grandes oportunidades para comprar una vivienda en la Costa Dorada. Además, este año 2017 se está produciendo otro factor favorable a la compra: el Euribor está alcanzando mínimos históricos y esto hace que las hipotecas estén mucho más económicas. Desde el mes de julio, el índice de referencia de los préstamos hipotecarios ha alcanzado una media del -0,154%, unos mínimos que se han mantenido también en agosto.
Se espera que septiembre y octubre 2017 el Euribor siga la misma línea de bajada que viene experimentando todo el verano.
Por eso, si te has decidido a comprar una vivienda, ahora es el mejor momento para hacerlo.